Zulma Roballo: 67 años.
Tuvo una infancia muy humilde.
No tenía muchos juguetes, tenía una muñeca de trapo que le hizo la hermana, robaban las cuerdas de ropas de los vecinos para saltar y también jugaban a la rueda-rueda.
En la escuela les daban túnicas, alpargatas, cuadernos; tenían mucha dificultad para ir a la escuela cuando llovía, las calles quedaban todas embarradas e inundadas, y tenían que ir descalzos con los zapatos en la mano. En el comedor las comidas eran simples: polenta, poroto, café negro siempre.
-"Fue una infancia pobre pero vivíamos felices" dice.